Mi último gran descubrimiento

¡Una semana en el paraíso! Me he recorrido medio mundo en busca de la playa perfecta sin saber  que este lugar estaba más cerca de lo que nunca habría imaginado.

En el mes de marzo mi marido y yo comenzamos a preparar las vacaciones, bueno realmente pusimos en común lugares, el resto fue cosa mía. Reconozco que me encanta preparar los viajes, mirar y buscar todo lo mejor para unos días muy merecidos.

No nos costó demasiado decidirnos, teníamos referencias muy buenas y lo vimos claro. A finales de julio cogimos un avión de Air Europa con destino Ibiza y desde allí, un ferry de Balearia que nos dejó en menos de media hora en el  puerto de La Savina, FORMENTERA!!!.

Ya en el puerto fuimos directos a por nuestra moto, una typhoon “maquinera” de color amarillo que empecé odiando y de la que me costó despedirme al final del viaje. Esta misma empresa con la que contratamos el alquiler nos llevaría las maletas al apartamento y nos las recogería a nuestro regreso. Toda nuestra estancia la pasamos en los Apartamentos Meridium, en la zona de Migjorn, un pequeño tesoro dentro de este paraíso.

La verdad es que no podríamos haber escogido un lugar mejor, tranquilo, cómodo, limpio (lo más importante para mí) y a pocos pasos de la playa…simplemente una auténtica maravilla.

Estuvimos en la isla 6 días, muy bien aprovechados:

Playa de Illetes:

¡Sí!, efectivamente ésta es la playa más famosa de Formentera y con razón, la entrada con moto son 4€(a pie es gratis y con coche son 6€, creo recordar), que nosotros pagamos con todo el gusto del mundo para su mantenimiento.

La playa es una auténtica pasada, merece la pena ir prontito, coger una tumbona y pasar allí el día. Hay dos o tres chiringuitos en ella, pero un bocata rápido “handmade”, también es muy buena opción.

Mi recomendación: 

Si tienes pensado ir a esta playa, no te dejes impresionar por la primera entrada que ves, continúa el camino, ve hasta el último parking que hay y una vez allí, planta la toalla. Esa es la mejor zona, tienes un chiringuito muy grande justo detrás y es la entrada de toda la gente que viene de los barcos, te aseguro que no te aburrirás y disfrutaras mucho del lugar ya que caminando un poco, podrás ver donde se junta Illetes con la Playa de Levante, otra auténtica pasada.

Puedes andar perfectamente dejando las cosas en la toalla, yo dejaba lo justo, pero vamos en este sentido quedé gratamente sorprendida. Las gafas de bucear son el complemente perfecto, hay muchos pececillos esperando a hacerte el día mucho más entretenido.

A esta playa vinimos dos de los seis días, como puedes ver en la foto, hay gente de todo tipo, personas mayores, familias con niños…pero lo que más se ve son chic@s jovencitos con los palos selfie… bajo mi punto de vista, el peor invento que han hecho para esta, nuestra sociedad 😉 (lo tenía que decir).

Desde Illetes se va también a la Playa de Espalmador, al parecer es una playa privada sin nada, completamente virgen, tiene que ser una maravilla, pero nosotros decidimos no ir, ya que con lo que estábamos viendo, nos era más que suficiente.

Playa es Arenals

Es una parada en el camino obligatoria,quizá no tenga tanto encanto como Illetes, pero es otro rincón de la isla perfecto para pasar una gran mañana de playa.

Cap de Barbaria y Cala Saona

Una de las tardes nos dirigimos a ver el faro de la zona suroeste de la isla, Cap de Barbaria, me gustó, es interesante conocer el lugar aunque éste ya no esté en funcionamiento, tiene unas vistas muy bonitas y sin duda una parada muy recomendable antes de ir a ver atardecer a Cala Saona.

A pocos minutos del faro, estaba el lugar más bonito de la isla para ver atardecer, Cala Saona, una calita pequeña pero como todo en la isla, preciosa. Aunque llegamos con tiempo suficiente, no me apeteció mucho bañarme y es raro en mí, pero la verdad es que tanto barco y tan cerca, me hacía rechazar la idea de aguas limpias…prefiero lugares más abiertos.

Mi recomendación:

Después de una buena mañana de playa y su consiguiente siesta, un plan perfecto para la tarde es este, visitar el faro y posteriormente la cala. En uno de sus extremos verás que hay un camino que sube, si continuas por él llegas a la zona alta de la cala, en la que puedes ver de forma privilegiada todos los barcos que llegan para ver la puesta de sol, es algo impresionante.

Y ya la puesta de sol, es un momento completamente mágico.

 Es Caló

Y es aquí donde entra lo mejor del viaje, la guinda del pastel, el lugar en el que me encontrarían si me perdiese.

Como en todos los viajes, siempre hay zonas a las que tienes que ir por recomendación popular, pero no hay que olvidarse de reservar un momento para perderse, para comenzar a andar sin tener muy claro el destino. Una mañana, decidimos coger la moto e ir sin rumbo, la verdad es que fue poco el camino que llevábamos transcurrido cuando de pronto vimos una fila de motos aparcada a un extremo de la carretera, no se veía nada, pero decidimos parar e investigar.

Entonces fue cuando vimos este lugar:

Una cala preciosa, a pocos metros del restaurante Can Rafalet, con poca gente y aguas maravillosas y divertidas, de esas en las que tienes que ir mirando muy bien donde pisas, hasta que entras a la arena blanca con los pececillos. Mi lugar preferido sin duda.

Bucear en estas aguas fue como descubrir nuevos colores, nuevas gamas de azules y blancos que nunca había visto. Mirar hacia el horizonte y ver todo absolutamente cristalino, lo poco que cubría…todo era perfecto, creo que no pasé fuera del agua ni 10 minutos, tenía un imán con ella o quizá serían los peces, no sé, era todo genial allí dentro.

Es Pujols

Otra tarde decidimos dar un paseo por esta zona y pudimos comprobar por nosotros mismos que efectivamente, es la zona de los italianos por excelencia, repleto. Las playas son bonitas, pero bajo mi punto de vista estaba abarrotado de gente, tanto que nos tomamos un refresco en una heladería y decidimos emprender camino hasta otro lugar más tranquilo, en consonancia con el resto de la Isla.

Desde aquí, fuimos a Sant Francesc Xavier, capital y pueblo principal de la Isla, muy recomendable, precioso y con tiendecitas para ver y así pasar la tarde hasta la hora de la cena (el plan perfecto para mí, no lo puedo remediar).

Y así es como llegamos al final del viaje, habiendo descubierto lugares impresionantes, disfrutando del relax que desprende cada rincón de la Isla, de la posibilidad de recorrerla de arriba abajo desde el mejor punto de partida, de la seguridad y de su clima, ideal para los que somos amantes del verano.

Me gustaría volver y si así fuera:

• Volvería a coger un apartamento en la zona de Ca Mari-Migjorn.
• Volvería a alquilar una moto, la posibilidad de aparcar en cualquier lugar es de agradecer, pero cuidado si queréis subir a La Mola (mejor cogerla de más de 50 c.c.)
• Volvería a visitar el mercadillo de Sant Ferran (en nuestro caso lo vimos un viernes), justo en la calle de la pizzería Macondo.
• Iría en Ferry desde Denia, prefiero ir por barco que por avión.
• Cogería otra semanita, para volver a disfrutar de todo lo conocido y para descubrir muchos lugares nuevos por disfrutar.

Si quieres pasar unas vacaciones ideales, no dejes de visitar Formentera.

Hasta pronto! Olga