Después de unas semanas desaparecida, vuelvo a la carga con muchísima energía. Todo tiene un motivo, y esta vez es uno de los grandes… pero mejor tratar sobre ellos más adelante… Para comenzar esta nueva etapa, me apetecía hablar antes de un tema con el que sin querer, me he topado estas últimas semanas y del que me apetece dar mi humilde punto de vista.
No sé si será por la llegada próxima del verano o simplemente por pura casualidad, pero recientemente he leído varios post y he escuchado varias entrevistas de chicas (así, sin entrar en detalles) que hablaban de sus planes de vida, de su ideal de evolución y de sus ansias de esquivar los caminos preestablecidos.
Es cierto, que según vamos llegando a determinadas edades, hay preguntas a las que indudablemente nos vamos a enfrentar…. ¿Tienes novio? ¿Cuándo te vas a casar? ¿No quieres tener hijos? Y lo cierto es que a día de hoy, son preguntas que vienen un poco de la herencia adquirida, de lo que hemos visto y en un momento de la vida, se consideró correcto (por decir de alguna forma). Sin embargo, creo que las chicas de mi generación (de los 80), somos muy conscientes de que ya no hay reglas para este juego, que la vida está a nuestros pies y que nosotras mismas somos dueñas de nuestras decisiones, de ir y venir o de hacer y deshacer.
A mí me parece muy lógica cualquier forma de vida en pareja y no considero que una sea mejor que otra, creo que cada uno elegimos la que más satisfacción nos aporta y que debemos ser conscientes a nivel particular, de que lo que se piense a nuestro alrededor nos tiene que dar exáctamente igual.
TODO me parece muy respetable y apoyo las argumentaciones para explicar una vida que se sale, de alguna forma, de lo convencional. PERO, no creo que sea correcto, que muchas de estas argumentaciones, se basen en rechazar el camino que muchas de nosotras hemos decido tomar: casarnos y (en algún momento) tener hijos.
Porque cuando te casas, aunque algunos así lo piensen, no estás siguiendo un camino preestablecido, estas apostando por una evolución y por una unión y claro está, haciendo lo que te apetece. No te casas porque toca, te casas porque de alguna forma, apuestas por una familia en común. Y claro está, por un contexto de vivencias e ideales, de prioridades y de posibilidades.
Lo mismo ocurre con los hijos. Bajo mi punto de vista, para tener un hijo hay que ser muy valiente, hay que tirarse a la piscina, y aunque muchos podamos estar preparados, ponemos cualquier tipo de excusa para no ser conscientes de ello. Con esto no quiero decir que lo bueno sea ser un inconsciente…como todo, en el equilibrio está la virtud.
Bajo mi punto de vista, para las gran mayoría de nosotras, nunca es un buen momento para tener un hijo. El trabajo y la perspectiva de proyección nos hacen cada vez más atrasar esta decisión. Sin embargo, cuando lo damos, creo que somos las personas más agradecidas de la tierra, pero igualmente creo que somos conscientes de que todo a nuestro alrededor de alguna manera, cambia, se complica.
No soy madre, pero me sorprende con la ligereza que muchos rostros populares hablan de este tema. De la idea de no poder tener un hijo por su trabajo, o de que en el momento que quieran tenerlo, quieren cuidarlo ellas… ¿No entramos aquí otra vez en los caminos preestablecidos? cuando la mujer en el momento que tenía un hijo abandonaba todo lo demás. Lo cierto es que no comulgo con la idea de dejar de trabajar o de creernos que por pasar más tiempo con nuestros hijos somos mejores madres, creo que da igual el tiempo, mientras este sea de calidad, y también creo que todas las dificultades que afronta una mujer trabajadora, con o sin ayuda en casa, al final nos hacen a los hijos admirar aún más si cabe a las madres. Y sin duda es desde esta perspectiva desde donde a mí el día de mañana me gustaría afrontar esta etapa.
En definitiva, cada uno elegimos nuestro camino y como se suele decir, para gustos, los colores. De una forma tradicional, o de una más actual, lo importante es hacer lo que más ilusión nos haga.
PD: El jueves volvemos a entrar en materia con una nueva rutina facial, ¡no te pierdas el próximo post!
¡¡¡Que tengas una feliz semana!!!
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