Si alguna vez te has preguntado qué puedes estar haciendo mal en tu día a día, por qué los productos que compras, no baratos por cierto, no te hacen demasiado efecto o si bien, quieres comenzar a aplicar unas pautas muy sencillas para mejorar el aspecto de tu rostro, te invito a que sigas leyendo.
Acumular frascos y tónicos está fenomenal, probar y experimentar es lo que a muchas nos encanta, maquillarnos y vernos guapas, tapar ese pequeño granito que nunca nos va a ganar el pulso y sentir que tenemos un control total de nosotras mismas y de nuestro mecanismo… todo esto está fenomenal, pero ¿de verdad haces lo básico para que tu rostro luzca de forma natural y saludable?
Pues bien, estos son 6 fáciles pasos que te llevaran a conocer tu piel en su máximo estado de plenitud, ¡créeme!:
1. Llega a casa e igual que te quitas relojes, anillos y te enfrascas en el pijama, DESMAQUÍLLATE. –
Efectivamente, no esperes a hacerlo cinco minutos antes de meterte en la cama. Llega tranquilamente y cuando tengas un momentito aprovecha para relajarte, desmaquillarte y aplicarte tu crema o tratamiento de noche. Si en cambio, haces esto como paso previo a irte a la cama, lo único que conseguiremos es dejar todo el producto en la almohada, ya que nuestra piel todavía no ha tenido tiempo para absorberlo.
2. ¡Nada de secarte la cara con la toalla de las manos! –
Terminas de lavarte la cara y entonces, con los ojos cerrados y las gotitas cayendo por los mofletillos, mueves el cuerpo hacia esa toalla… ¡¡¡STOP, para para para!!!! antes de comenzar el proceso, prepara tu “toalla de la cara” y déjala en un ladito que te sea fácil de atrapar. En la toalla de las manos, que probablemente no sólo utilices tú, se acumulan restos de bacterias que llevamos en las manos, por ello, ¡mucho mejor no acercar eso a nuestra cara!
3. Cambia la funda de la almohada cada 4-6 dias. –
No lo dudes, esto es mano de santo. ¿Sabes las suerte que tienes si eres de las que duermen boca arriba?¿?, pero si como yo, ese no es tu caso, con este pequeño ejercicio verás muchas mejorías. El contacto de la piel con la almohada, el calor, la crema….todo ello hace que en ese lado en el que te tumbas, la piel no respire tan bien como lo hace el lado que está al aire. En la almohada, al final, también se va acumulando suciedad.
5. No te lleves las manos a la cara a lo largo del día. –
Muchas veces hemos oído que para evitar contagios debemos lavarnos muy bien las manos (vaya…las pobres manos no están saliendo muy bien paradas en esta entrada). Del mismo modo que nos lavamos las manos antes de comer, lo ideal sería lavarnos las manos si realmente existe una necesidad imperiosa de contacto con la cara. Siempre será mucho mejor hacerlo con el lado opuesto a la palma de la mano.
6. Limpia la piel antes de entrenar.
Yo no era una gran amante de los gimnasios hasta que comencé en el Club que estoy actualmente. Llevo ya unos cuantos meses acudiendo y en todo este tiempo puedo decir que he visto a muy poca gente limpiando su piel antes de entrenar y a demasiadas chicas y no ya tan chicas, entrenando con la cara recién pintada…. ¡Error! Los poros con el ejercicio físico se dilatan y con el maquillaje, no dejamos que nuestra piel respire, se ensucia y por mucho que nos limpiemos al terminar ya en la ducha, ese mal trago se lo hemos provocado, con lo cuál, ¡carita limpia y a sudar la toalla!
Reconozco que la piel la limpio, pero mi eyeliner no se mueve hasta que no llego a casa!
Espero que te sirva la info.
Hasta pronto!, Olga
2 Comments
Lucia
28 septiembre, 2016 at 12:38Son claves muy sencillas que en el fondo todas sabemos pero necesitábamos concienciarnos 🙂 Vamos a intentarlo!!!!!
femm_admin
28 septiembre, 2016 at 23:30Eso es Lucía! nosotras podemos!!! Gracias